
¿Cuán responsables somos nosotros los padres por las desgracias que suceden a nuestros hijos? 1 Samuel 3: 13 y 2 Samuel 12: 11. Aquí las palabras de Dios están dirigidas a David a través del profeta Natán para castigarle por su pecado de adulterio y homicidio con una serie continuada de males trágicos que repercutirían sobre la vida de sus propios hijos con inmoralidades sexuales; crisis matrimoniales...